Suecia y Dinamarca empataron en un partido poco atractivo y sin que nadie pudiera decidir el encuentro hacia un lado. Los dos combinados nacionales se dedicaron a realizar pruebas de cara a los próximos compromisos.
Pese a las pocas ocasiones que hubo en el partido, ambos equipos dejaron claro su estilo de juego. Por un lado, la Suecia de Andersson, con un 4-4-2 inamovible en el que destaca la poca distancia entre líneas. El técnico apostó por dos delanteros muy corpulentos, con los que poder buscar el juego directo. Sin embargo, en ataques más elaborados el conjunto tiene una dependencia excesiva de la inspiración de Forsberg, que también es un puñal en los contraataques.
Por su parte Dinamarca ha mostrado que va al Mundial para ser protagonista. Pese a no tener a Christian Eriksen, los daneses trataron de crecer a partir del balón. En salida, Kvist se abría a la derecha casi ala altura de centrales, dejando el peso de la creación a Delnaey. A partir de ahí, laterales bien estirados y Krohn Delhi y Sisto actuando por dentro, mientras Poulsen y Jorgensen se mantenían en punta.
En la segunda mitad cambió el guión. Suecia empezó a coger protagonismo con el balón y Dinamarca dio un paso atrás, buscando explotar los espacios tras robo. Mientras se producía el carrusel de cambios, Forsberg trataba de activar a una Suecia a la que le costaba llegar con claridad.
Dinamarca: Schmeichel; Dalsgaard, Christiansen, Kjaer (Vestergaard 63′), Larsen; Kvist, Delaney; Poulsen (Fischer 77′), Krohn Delhi (Schöne 60′), Sisto (Braithwaite 46′); Jorgensen (Dolberg 73′).
Arbitro: Tobias Stieler.
Incidencias: Partido disputado en el Estadio Friends Arena.