Foto: EFE
A Bélgica le pesó la responsabilidad de verse en unas semifinales del Mundial y salió con miedo, precavida. Todo lo contrario que una Argentina que tiró de garra y gen competitivo para arrinconar a su rival en los primeros minutos de partido. Los cánticos de la afición brasileña, descaradamente a favor del conjunto europeo, contribuyeron a espolear a un equipo que ya dominaba el marcador en el minuto siete con un auténtico golazo del ‘Pipita’ Higuaín.
Muy criticado, el delantero de la albiceleste empalmó un pase rechazado de Messi para superar a Courtois cuando apenas se había situado Bélgica sobre el verde. Necesitaron 25 minutos los ‘diablos rojos’ para inquietar la portería de Romero con un remate de De Bruyne. El peligro, sin embargo, estaba en el otro campo cada vez que Leo Messi se hacía con el balón. Suyos fueron los pases más incisivos de una albiceleste que fue de más a menos.
El juego se instaló en los tres cuartos de campo pasada la media hora sin apenas ocasiones remarcables hasta la llegada del descanso. Tras la reanudación, Higuaín y Lavezzi tuvieron la sentencia en sus botas ante la pasividad de un equipo que se ha acostumbrado en Brasil a activarse a partir de la hora de partida. De hecho, todos sus goles han llegado siempre a partir del minuto 70 de partido… pero ante Argentina, los belgas llegaron tarde.
Fellaini dio el primer aviso en el minuto 60 con un potente testarazo y, dos minutos después, el del Manchester United repitió tentativa. Garay, en esta ocasión, desvió fuera. Y, de nuevo tres minutos después, Bélgica volvió a asustar a una confianda Argentina que retrasó sus líneas peligrosamente. De hecho, pocos fueron los chispazos de los chicos de Leo Messi durante unos minutos en los que el conjunto europeo se volcó al ataque con una intensidad que recordó a la prórroga disputaba ante Estados Unidos. Lukaku, sin embargo, no fue el revulsivo de entonces y los ataques belgas acabaron diluyéndose.
Ninguno de ellos fue realmente peligroso, pese a que la sombra de la prórroga, que se resiste en estos cuartos de final, sobrevoló Brasilia. Argentina renunció al esférico en unos cinco minutos finales de infarto. Los córners fueron la gran baza de Bélgica, que buscaba repetir las semifinales de 1986 en las que, casualidades de la vida, caerían ante Argentina.
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